lunes, 11 de junio de 2012

Oscar Wilde




Oscar Fingal O'Flahertie Wills Wilde

(nacido el 16 de octubre de 1854, en Dublín,Irlanda, entonces perteneciente al Reino Unido – fallecido el 30 de noviembre de1900, en ParísFrancia) fue un escritorpoeta y dramaturgo irlandés.
Wilde es considerado uno de los dramaturgos más destacados del Londres victoriano tardío; además, fue una celebridad de la época debido a su gran y aguzado ingenio. Hoy en día, es recordado por sus epigramas, obras de teatro y la tragedia de su encarcelamiento, seguida de su temprana muerte.
Hijo de exitosos intelectuales de Dublín, mostró su inteligencia desde edad temprana al adquirir fluidez en el francés y el alemán. En Oxford estudió en el curso de clásicos, llamado Greats; dio pruebas de ser un prominente clasicista, primero en Dublín y luego en Oxford;guiado por dos de sus tutores, Walter Pater y John Ruskin, se dio a conocer por su implicación en la creciente filosofía del esteticismo. También exploró profundamente el catolicismo −religión a la que se convirtió en su lecho de muerte−Tras su paso por la universidad se trasladó a Londres, donde se movió en los círculos culturales y sociales de moda.
Como un portavoz del esteticismo realizó varias actividades literarias; publicó un libro de poemas, dio conferencias en Estados Unidos y Canadá sobre el Renacimiento inglés y después regresó a Londres, donde trabajó prolíficamente como periodista. Conocido por su ingenio mordaz, su vestir extravagante y su brillante conversación, Wilde se convirtió en una de las mayores personalidades de su tiempo.
En la década de 1890 refinó sus ideas sobre la supremacía del arte en una serie de diálogos y ensayos; e incorporó temas de decadencia, duplicidad y belleza en su única novela, El retrato de Dorian Gray. La oportunidad para desarrollar con precisión detalles estéticos y combinarlos con temas sociales le indujo a escribir teatro. En París, escribió Salomé en francés, pero su representación fue prohibida debido a que en la obra aparecían personajes bíblicos. Imperturbable, produjo cuatro comedias de sociedad a principios de la década de 1890, convirtiéndose en uno de los más exitosos dramaturgos del Londres victoriano tardío.
En el apogeo de su fama y éxito, mientras su obra maestra, La importancia de llamarse Ernesto, seguía representándose en el escenario, Wilde demandó al padre de su amante por difamación. Después de una serie de juicios fue declarado culpable de indecencia grave y encarcelado por dos años, obligado a realizar trabajos forzados. En prisión, escribió De Profundis, una larga carta que describe el viaje espiritual que experimentó luego de sus juicios, un contrapunto oscuro a su anterior filosofía hedonista. Tras su liberación partió inmediatamente a Francia, donde escribió su última obra, La balada de la cárcel de Reading, un poema en conmemoración a los duros ritmos de la vida carcelaria. Murió indigente en París, a la edad de cuarenta y seis años.


Selección de poemas





A mi mujer
                                              Con una copia de mis poemas
No puedo escribir majestuoso proemio
      como preludio a mi canción,
de poeta a poema,
      me atrevería a decir.

Pues si de estos pétalos caídos
      uno te pareciera bello,
irá el amor por el aire
      hasta detenerse en tu cabello.

Y cuando el viento e invierno endurezcan
      toda la tierra sin amor,
dirá un susurro algo del jardín
      y tú lo entenderás.







Amor intellectualis

A menudo pisamos los valles de Castalia
     y de antiguas cañas oímos la música silvana,
     ignorada del común de las gentes;
e hicimos nuestra barca a la mar
que Musas tienen por imperio suyo,
     y aramos libres surcos por ola y por espuma,
     y hacia lar más seguro no izamos reacias velas
hasta bien rebosar nuestro navío.
De tales despojados tesoros algo queda:
     la pasión de Sordello y el verso de miel
del joven Endimión; altivo Tamerlán
     portando sus jades tan cuidados, y, más aún,
     las siete visiones del Florentino.
Y del Milton severo, solemnes armonías.








Apología

¿Es tu voluntad que yo crezca y decline?
     Trueca mi paño de oro por la gris estameña
y teje a tu antojo esa tela de angustia
     cuya hebra más brillante es día malgastado.

¿Es tu voluntad -Amor que tanto amo-
     que la Casa de mi Alma sea lugar atormentado
donde deban morar, cual malvados amantes,
     la llama inextinguible y el gusano inmortal?

Si tal es tu voluntad la he de sobrellevar
     y venderé ambición en el mercado,
y dejaré que el gris fracaso sea mi pelaje
     y que en mi corazón cave el dolor su tumba.

Tal vez sea mejor así -al menos
     no hice de mi corazón algo de piedra,
ni privé a mi juventud de su pródigo festín,
     ni caminé donde lo Bello es ignorado.








Hélas!

Con cada pasión a la deriva hasta que mi alma
sea un laúd en cuyas cuerdas todos los vientos tañen.
¿Para esto renuncié
a mi sabiduría antigua ya mi austero control?
Mi vida es un palimpsesto
garabateado en alguna vacación de muchacho
con canciones ociosas para flauta y rondó
que solamente ocultan el secreto del todo.
Por cierto que hubo un tiempo cuando osé pisar
las alturas soleadas y de las disonancias de la vida
logré claros acordes para llegar al oído de Dios.
¿Está muerto ese tiempo? Mirad, con mi pequeña vara
apenas toqué la miel del romance,
¿y debo yo perder la herencia de un alma?









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